A Cristina, desde siempre le gustaba el marketing pero en Málaga no encontró formación relacionada en su momento, así que fue a estudiar la carrera de ingeniería informática que sacó curso por año. La típica empollona, precisa riéndose. Empezó a trabajar desarrollando software en el parque tecnológico.
Cambio 3 veces de empleo antes de trabajar en una empresa familiar donde se quedaría durante 12 años. Pero aún así, seguía atraída por el marketing.. ¡¡qué sufrimiento cada vez que entraba un producto nuevo y no podía dar sus ideas!!
De fines en fines de semana se fue instalando poco a poco en el pueblo de Alozaina con su familia. Seguía trabajando en Málaga, por lo que fue un periodo que recuerda complicado, sobre todo para su vida familiar. Aquello la llevó a pensar en cómo podría conciliar.
Madre de dos hijas, Cristina nos revela que realmente fue la maternidad la que la empujó a emprender. Piensa un rato antes de seguir con convicción. Siempre había tenido ganas de emprender pero fue el cambio de perspectiva que le ofreció el ser madre lo que le dio el empujón definitivo. ¡Eso y la llegada de la fibra al pueblo!. “Realmente eso fue lo que me reconcilió con el pueblo”, confiesa. “Antes me sentía enjaulada, sin posibilidad de desarrollar mis ideas en el entorno rural”.
En su búsqueda de desarrollo personal y profesional, el primer paso lo dio para hacer un máster de marketing. Allí es donde descubrió ejemplos de proyectos que la inspiraron. Es cuando se dio cuenta que podría aplicar sus nuevas competencias para montar un “market place” relacionado con el negocio familiar: la pescadería.
“Lo hacemos todo nosotros para que salga perfecto y creo que es la clave del éxito”
La idea era ayudar a sus padres a vender más, en un sector que conocía perfectamente por haber ayudado varias veces en el negocio familiar.
Desde el principio pensó en hacer algo escalable, en idear un proyecto con proyección, “nada que ver con montar una página web para mis padres”, precisa. Lo que le costó más esfuerzos, fue toda la parte logística; identificar los puntos de envío, de recogida, sistematizar la preparación de los pedidos…. Pero también el marketing, el diseño, la atención al usuario y el mantenimiento de la página, etc.
Cristina enumera todos los aspectos de la emprendedora “multitarea”. Algo que prefiere ver como una etapa difícil pero necesaria cuando una decide emprender. Concluye asegurando que conocer su empresa de principio a fin también le servirá para ser una buena jefa.
Realmente el proyecto creció cuando empezó a colaborar con un socio mayorista de Jaén, pero sin nunca perder la esencia del negocio familiar, una particularidad que conserva como marca.
Todos los días realizamos envíos fuera; a Madrid, Girona, Barcelona…gracias a la visibilidad que nos da nuestra presencia en internet.
En cuanto al hecho de desarrollar un proyecto en un ámbito rural, Cristina lo tiene muy claro: permite ayudar al pueblo, así como a dinamizar ciertos servicios y a dar vida en zonas donde la despoblación o la “huida ilustrada” dejan paso a la desertificación. Insiste mucho en la obra social de su proyecto. “Aunque nos cueste una pasta, enviamos nuestros pedidos en los pueblos, sin encarecer el producto, para que toda la gente tenga las mismas oportunidades”.
Si tuviera que apuntar a obstáculos que superar como emprendedora en el ámbito rural, no serían obstáculos relacionados con el género en sí. De hecho, prefiere mencionar la dificultad de conciliar familia y trabajo en casa, en un espacio donde se mezcla lo personal y lo profesional.
“Lo que todo el mundo ha vivido con el confinamiento… de trabajar con los niños en casa… yo ya sé lo que es….es muy difícil.. todos estamos en el mismo espacio….”
Relata lo difícil que puede llegar a ser mantenerse al nivel de otras personas que no tienen obligaciones. ¡Pero lo consigue y con creces! De hecho, su empresa tiene nuevas perspectivas de desarrollo al internacional. Todo un nuevo desafío al que se enfrenta como es ella, con coraje y mucha energía.
Su consejo: “Darse las posibilidades de vivir donde uno quiere vivir. Al final, con internet , es posible desarrollar cualquier cosa, estés donde estés”.