Eva María Rico Narváez

“…una historia familiar de superación…”

Eva es una emprendedora de Torrox. Se puede decir que se cayó en el mundo empresarial cuando era pequeña…. Esta self made woman se define como coach profesional ejecutivo, gerente y empresaria, en una empresa familiar desde hace 20 años. Un cargo que ocupa mucho de su tiempo, en un sector particularmente masculinizado: la Industria de la Construcción.  Actualmente especializada en Proyectos de Innovación y de Internacionalización en DeepDrop System, se dedica a emprender dentro de la empresa, desarrollando el proyecto familiar con propuestas innovadoras que le permitieron navegar entre las crisis de los 90’s y luego más adelante del 2008.

  

Hoy comparte su historia profesional y personal; su historia de mujer emprendedora. Lo hace con el tono de voz tan característico de las mujeres que miran siempre adelante, segura, tranquila, determinada.  “Mi trayectoria de vida va casi a la par que mi trayectoria profesional”. Acaba de describir una constante en su vida, una línea que va a definir su modo de entender los proyectos y de pelear por ellos.

Con 19 años, recién admitida en la facultad de economía, empezó a trabajar en la empresa familiar que se dedicaba a la construcción y edificación, antes de entrar en la industria, con la gestión de una fábrica de bordillos, bloques y bovedilla.

“Mi familia tenía la empresa, y digamos que estaba avocada a trabajar en el desarrollo de la misma”.

La situación económica durante la crisis de los 90, le incitó a echar una mano mientras estudiaba. Empezó como auxiliar administrativa. A partir de allí, su trabajo, además de los aspectos más técnicos propios de la logística e industria, consistió en resolver y proponer soluciones para salir de las distintas crisis que atravesó el mundo de la construcción.

Optó entonces por seguir una formación enfocada en conocimientos industriales (Escuela de Organización Industrial), eligiendo trabajar competencias  relacionadas con la contabilidad o la elaboración de planes de negocio, es decir: lo necesario para participar activamente en el desarrollo de su empresa y emprender en ella.

El reto era importante, pero ahora Eva piensa en ello con una sonrisa: “en realidad mi trabajo ha consistido en ir de crisis en crisis”, dice con cierta travesura. Empezó a formarse desde abajo, combinando sus conocimientos prácticos con los teóricos. Aquellos iban a serle pronto muy útiles, para poder enfrentarse a un segundo desafío.

Pertenecer a asociaciones de mujeres emprendedoras, lo que más me da , es como un refugio…”

Siendo la única mujer en un sector casi exclusivamente masculino, después de la crisis del 98 Eva coge las riendas de la empresa. Reconoce haberse sentido a veces muy sola, aunque no haya vivido su vida cotidiana de “mujer en un mundo de hombres” como un obstáculo. 

Creció a la vez que su proyecto. Así, tuvo que aprender sobre la marcha cómo gestionar tres fábricas automatizadas y reinventar su negocio constantemente con productos propios. Dentro de la rutina que se impone en los trabajos relacionados con la construcción, reconoce haber tenido la posibilidad de innovar, y así alcanzar otros mercados.

Es con mucha energía y entusiasmo con lo que sigue desarrollando su empresa, aunque su trabajo le ocupe casi las 24 horas del día. Encontró evidentemente obstáculos pero sin que estos les hayan parado los pies. “No tenía nada que ver con la gente del sector…, eran hombres más mayores, con otra forma de entender las cosas, y yo esperaba algo más dinámico, más moderno”. Pero ser mujer en un mundo masculino, nunca resultó ser problemático para la actual presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras y Empresarias de Torrox.

“Creo que el emprender es cuestión de ganas, no de necesidad, porque cuesta mucho”

Aunque… Eva acaba por reconocer que todavía, en lo relacionado con lo financiero, las mujeres, si bien aportan las mismas soluciones que los hombres, frente a bancos y proyectos, tienen menos credibilidad. Eso obliga a ser muy meticulosa y a prepararse el doble. Una constante que esta empresaria nata aplica a todo lo que emprende tanto en lo personal como en lo profesional.

 

Su consejo para todas las futuras emprendedoras: “Si tienes ganas, no te fijes en lo que digan los demás, tírate a la piscina, y … ¡para adelante!”