Jade M. Vasquez

“Entender el ecosistema, luchar por el medio ambiente y la vuelta al campo...”

Jade tiene abuela española. Creció y estudió en Francia. Nos habla con su acento melódico y con total tranquilidad de sus dos grados de Máster de matemática aplicada y de ingeniería de modelización matemática y mecánica. Comenta su viaje a China donde cursó su doctorado en Hangzhou, cerca de Shangai. Allí trabajó en el campo de la aeronáutica. Desarrollaba entonces el programa de un modelo de avión en tres dimensiones. Nos comenta con una sonrisa que estaba “encerrada en un laboratorio” todo el día….

A pesar de esos estudios brillantes y poco comunes, y con promesa de empleo, decidió escoger otro camino y “abandonar el sistema”. Cuando se dio cuenta de lo que no quería hacer, cerró la cuenta del banco y tiró el móvil” para viajar a Asia. A lo largo de su viaje, descubrió el cultivo del arroz en Malasia, el mundo de la pesca en Japón, el cuidado de los caballos en Mongolia. Sus ganas de “poner las manos en la tierra” la llevaron a “mochilear” durante 5 años, y a apasionarse por el ecosistema

“Me di cuenta de que mis estudios eran un desafío personal, tenía ganas de aprender, nada más, pero no de trabajar en una empresa aeronáutica.”

Llegada a España montó su asociación, “EcoSystem’Arte Naturaleza”. Realmente fue cuando se mudó a Benarrabá cuando su proyecto se desarrolló del todo. Allí encontró apoyo y pudo dedicarse profesionalmente a su pasión. “Para una ingeniera como yo era muy interesante poder trabajar en entender el ecosistema… ver cómo las diferentes partes que lo componen interaccionan”

“La razón por la que me he quedado, es el apoyo que he recibido aquí (..) hay mucha ayuda, mucho movimiento de economía circular, de innovación social”

“Poner en valor el trabajo de la mujer rural es muy difícil, es un camino de guerreras, pero vale la pena”

Ahora está desarrollando su proyecto enfocando sus acciones en el tema forestal, proponiendo acciones que tengan impacto sobre la gestión del agua e incendios, dos temas de actualidad. Para Jade, el impacto ambiental está directamente vinculado al desarrollo económico, por lo que mejorar la economía local también es parte de sus objetivos. Para contribuir a ese desarrollo acogerá en otoño a dos nuevas compañeras. “Hay que hacer volver a las mujeres al campo”, insiste. Traer empleo es un reto, hay que asentarse, encontrar la financiación, pero eso, a Jade, no le asusta.

Lo que más le gusta de su trabajo es que no hay ni un día igual. A lo largo del año, va cambiando, ya que trabaja en la explotación sostenible del bosque, adaptando sus actividades a la temporada y necesidades del ecosistema.

A partir de octubre se dedicará a arrancar las cepas de brezo, una madera muy especial que resiste al calor. En marzo lanzará un proyecto de colecta de resina de pino, un material que se está utilizando en otros países europeos, como alternativa al plástico. Colectándolo se contribuye también a minimizar los riesgos de incendio, por lo que estas acciones tienen varios impactos ambientales. En resumen, todo lo que contribuye a limpiar los bosques ayuda a luchar contra los riesgos de incendios.

A Jade le gustaría realizar muchos cursos y talleres, para poder preparar a la juventud a trabajar de nuevo en el campo y sensibilizar en la necesidad de entender mejor nuestro entorno natural. De hecho intenta también implantar nuevas formas de gestionar el agua, con el objetivo de adelantarse a futuros problemas de sequía. Todo está conectado, de eso Jade está convencida.

Nuestra forma de cultivar, de consumir, de relacionarnos con el campo, de entender la naturaleza, de saber escucharla, de comprender cómo funciona la “maquina tierra”, todo tiene importancia. 

ecosystemartenaturaleza.org