Sara es el hada madrina de todos aquellos que contratan sus servicios pero también ha tenido que ser la suya propia. ¿Paella para 300? Por qué no. ¿Hacerse cargo de un hotel de 4 estrellas en Ronda? También. Todo. Absolutamente todo lo que quieras tener en tu evento, ella lo hará realidad. Sara es una mujer joven que ya sabe lo que significa la palabra reinventarse.
informática, “Doña Net”, donde lo mismo vendía teléfonos que montaba los dispositivos TDT. “Pareces un hada madrina”, le decían sus vecinos. Además, regentaba una discoteca en Yunquera. Todo. Las grandes superficies le robaron terreno, así que en 2015 cerró ambos negocios y se repensó. “A mi me gustaba organizar fiestas, grandes fiestas, así que me puse a estudiar”. No es que confiaran mucho en ella pero ella ya se había proyectado como “wedding planner” y en eso se convirtió.
Empezó haciendo mesas dulces hasta que alguien le pidió el catering de una comunión con una paella para 300 personas. Sara no se lo pensó y compró absolutamente todo lo necesario para poder satisfacer a sus clientes.
“Me lancé sin pensarlo. Sola”
¿Cuántas veces se puede empezar de nuevo? Todas. Todas las que sean necesarias siempre y cuando tengas fe en tí y en tu proyecto.
Tiene 35 años recién cumplidos y no tiene límites, hace lo que le gusta y no está dispuesta a dar ni un paso atrás. Pero las hadas madrinas saben que en todo cuento hay un personaje malo. Ella tuvo la mala fortuna de cruzarse con él cuando su negocio estaba despegando y le hizo perder todo lo que tenía. Todo. Pero no se rindió. Tenía que luchar por su familia, por su sueño y por ella misma. Le vino encima un problemón de tamaño desorbitado en plena Romería del Rocío porque este señor se largó con un camión lleno con el avituallamiento propio de esta celebración. Sara lo resume pronto con un “total, al final pude solucionarlo tras 20 días en el Rocío hablando con todo el mundo”.
“Pero bueno, ¿con lo que a mi me gusta el nombre de mi empresa, por qué iba a tener que cerrarla?”
Quedó en la ruina pero no pensó ni una vez en cerrar su empresa, y volvió en mayo de 2016 a empezar de cero: eventos los fines de semana en su Hada Madrina y trabajando en un restaurante y en un hotel.
En 2019 se recuperó económicamente y desapareció gran parte de su deuda (hay que decir que el malo del cuento sigue en búsqueda y captura y que posiblemente nunca lo encontrarán porque ya ha prescrito su delito) “pero bueno, da igual. A mi esto me ha servido muchísimo. Yo iba demasiado rápido y así de rápido me estampé”.
Un día se enamoró de un hotel en Ronda, el Hotel Juncal y lo alquiló. Así, casi sin pensarlo y sin decirle nada a nadie. Le dieron la llave el 31 de Diciembre. 3 meses antes de la pandemia. El 13 de marzo, como a todos, la sorprendió la pandemia pero en mayo se pudieron abrir los hoteles y ella lo hizo, haciéndose cargo de todo. “El primer cliente que tuve fue el Presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno” dice orgullosa
“que vengan cuatro coronavirus, que aquí estoy yo”
Otro detalle…durante la pandemia hizo 250.000 mascarillas “Mascarillas Made In Serranía”. 250.000. “Bueno, durante la pandemia también me reinventé y empecé a hacer “Chef a Domicilio” y me fue muy bien, mañana mismo tengo uno en Sotogrande”. Hay poco más que añadir a eso. Sara no puede estar quieta y no quiere. A día de hoy está pletórica y llena de trabajo: el hotel marcha y sus eventos también.
En el hotel hay 8 personas trabajando y en el catering 13 pero todo el trabajo pasa por ella. Aunque el Ayuntamiento de Yunqueras si ha solicitado sus servicios se queja de que en su pueblo tiene poco trabajo, “La gente tiene que abrirse más a esta manera de organizar sus eventos, no se fía de los caterings y es una pena. No seré profeta en mi tierra, pero voy a seguir”
Así que Sara pasa al día muchas más horas al volante de las que le gustaría pero es muy consciente de que es el precio que hay que pagar para poder seguir.
“Estoy aprendiendo a delegar porque no puedo con más”
Acaba este entrevista con un consejo para emprendedoras: “Si tú no crees en tu producto, no llegarás nunca a nada. He escuchado demasiadas opiniones negativas pero si yo visualizo mi negocio…¿por qué no lo voy a llevar a cabo? No se puede empezar a emprender con dudas. Hay que lanzarse. Puede irte fatal, pero hay que ser constante, aprender y luchar.”